Sofia Sempere Toledo (Alicante, noviembre, 2003). Soy Sofía y me encanta mi nombre. Tengo dieciséis años y estudio segundo de bachiller en el Ángel de la Guarda. Llevo en el mismo cole desde que tenía un añito y una parte de mí no quiere irse. Desde muy pequeña hay dos cosas que me encanta hacer: cantar y escribir. Con el tiempo, me he decantado más por lo segundo, aunque sigo dando «conciertazos» de dos horas en la ducha. No podría vivir sin música y mis bandas sonoras para cada momento y lugar. Prefiero el Nesquik al Cola Cao; la tortilla de patatas, poco hecha y con cebolla, y las letras antes que las ciencias. Dicen que soy muy reflexiva y un pelín desastre: yo creo que soy supersensible, de las que llora hasta si se me rompe la punta del lápiz. Me flipan los girasoles porque creo que se parecen mucho a las personas: cuando hace sol miran hacia arriba para cargarse de energía
y en los días nublados se miran unos a otros para compartir la energía almacenada. Nosotros siempre miramos hacia arriba cuando todo va bien, pero cuando las cosas se ponen feas, ¿hacia quién te giras para que te comparta esa energía? Tenemos que buscar a nuestros girasoles para dar y recibir amor, eso es lo importante. Mis girasoles son mis papis y mis amigos. No creo en la casualidad, creo en el destino y en que todo pasa por y para algo.