La trama argumental parte de los años veinte y se desarrolla en una pequeña ciudad de Extremadura fronteriza con Portugal, pero transferible a cualquier otro lugar o situación. La mujer –en su acepción genérica– sostiene este affaire novelístico protagonizado por Cristina que, influenciada por la maga Beatriz y desde una postura transgresora, consigue, sin perder su posición social, alzarse por encima de los prejuicios del ambiente burgués que la envuelve, abriéndose al amor de Nilo, personaje de un estrato social diferente, pero de un atractivo personal y entereza admirados en su entorno. La intrepidez de Cristina personifica los valores que representan a esa nueva sociedad convulsionada por los acontecimientos históricos. En “Hojas de Cobre” se enriquece la ucronía con la aparición de personajes conocidos: Lorca, María Zambrano, Cernuda…y organismos como Misiones Pedagógicas, Institución Libre de Enseñanza y Residencia de Señoritas. Pero sin llegar a conferirse como novela histórica. La agilidad y dinámica narrativa hacen que la novela deje al lector o lectora absorbidos en su historia y atrapados en su lectura.