En primer lugar, he de comentarles que soy una persona autodidacta. No tengo referente poético y mis poemas son todos aquellos sentimientos que afloran de un interior muy intenso y lleno de imaginación, ficción y creatividad que les da vida propia a cada uno de ellos. He de hacer una mención especial a Gloria Fuertes, en el sentido más profundo de que, leyéndola, aprendí: «Se ha de escribir para que se entienda». Esa frase me marcó mucho en los dos libros publicados y en este también, por supuesto.
Es un compendio de poemas donde el amor, la añoranza, la melancolía y los recuerdos de amistades truncadas complementan parte de mi vida. Su estructura es subjetiva, pues soy yo frente a mí misma. Autodidacta, y la rima no la busco salvo que el verso se preste a ella. En otros se denota el erotismo, ya que es un género que siempre me ha llamado la atención. Son poemas, en definitiva, que hablan, comunican vivencias y sentimientos que todos hemos percibido en alguna ocasión. Poemas con alguna mención a reminiscencias de un pasado. Sencillos para leerlos, pero con mucha vitalidad, sensualidad y un toque de excentricidad que necesito para escribirlos, porque mi corazón está pleno de deseo, amor y creatividad que me otorga el duende, que en mi mente duerme, me recrimina, censura y me motiva a escribir cada día, pues sin la poesía no sería yo. La poesía para mí es la vida, pero la vida viva. Por eso procuro tener la mente ágil y el corazón caliente.
Poemas diversos, escritos de una forma que, si me permiten expresar, ya que fue una sorpresa para mí, según un editor, mi escritura no es como el resto de los poetas, expresión que le llamó la atención. Y, sin embargo, yo no me considero poeta, sino portadora de sentidos y sentimientos que conforman una vida como otra cualquiera. Algo dramática en ocasiones, pero otras con connotaciones estimulantes, gratificantes, como sensaciones de alegría, diversión, optimismo y otras particularidades. Es una poesía donde cada poema tiene vida propia o genera alguna pregunta sobre ella. Creo que, una vez que los lean, comprenderán mejor lo que les he comentado anteriormente.
Comentarles, por último, que es difícil publicar libros —y más de poesía— en estos tiempos, pero hay que seguir luchando por lo que uno cree que merece la pena. Gracias a la Editorial Círculo Rojo por darme la oportunidad de expresar mis ilusiones, contrastes y lo que represento.