La corte está llena de traiciones, y el rey tiene la certeza de que intentarán matar a toda su familia, por lo que deposita la vida de su último hijo, Isma, en manos de seis guerreros de su confianza, para que huyan con el niño fuera del país, y así poder salvar su vida.
A su vez, el rey le confía a su mejor guerrero, Rady, que Isma es su hermano y que debe defenderlo por encima de todas las cosas. Rady acepta, y le jura lealtad a su pequeño hermano, hasta que en la huida ve cómo el dragón, tatuado en la piel de Isma, se mueve de un lado a otro en su brazo. Se asusta, pensando que su hermano está maldito, pero intentará por todos los medios que nadie se percate de la magia que inunda al niño.
Mientras tanto, el maestro Xiao Chen sigue viajando por los maravillosos bosques y estepas de China, con su amigo el lobo Ming, después de haber dejado el Templo del Dragón, donde se crio. Sin embargo, lo que nunca habrían podido imaginarse ni el maestro, ni el joven príncipe, es que sus caminos estarían a punto de cruzarse