Retrato de un hombre gris, es la primera novela del autor, que forma parte de una trilogía donde se trata de describir el ambiente y las costumbres de un país, de una ciudad -Madrid-, como reflejo del resto de las regiones de España, sumida aún en las penurias producidas como consecuencia de una guerra fratricida con sus miserias y falta de recursos para poder subsistir y donde una vez superadas esas limitaciones y carencias afrontan con su esfuerzo una vida más ilusionante.
Es una novela de corte costumbrista, donde a través de los juegos infantiles y de las enseñanzas de la época trata de reflejar el vivir y el sentir cotidiano de una sociedad donde se comienza a salir de ese periodo de escasez y de falta de alimentos, para entrar en un mundo con un horizonte repleto de oportunidades y esperanzas para las generaciones futuras.