Los estadounidenses tienen una expresión que viene que ni pintada para comenzar esta reseña: Stranger than fiction, más extraño que la ficción. La suelen aplicar cuando una historia real es tan asombrosa que supera con creces a muchas historias de ficción. Este, sin duda, es el caso de este libro, Diario «España» de Tánger, una extraordinaria obra del escritor e investigador madrileño Juan Manuel Menéndez, recientemente publicada por la editorial Círculo Rojo.
El autor es nieto del periodista Jaime Menéndez, «El Chato» —por su nariz de boxeador—, el primer redactor español de The New York Times, al que dedicó un par de obras (La epopeya de El Chato y El Chato, miradas de una época). Un personaje extraordinariamente interesante que merece la pena conocer, todo un Homo insolitus patrio. Pues bien, El Chato también fue redactor jefe del diario España, un periódico que se publicó en la ciudad de Tánger (Marruecos) entre 1938 y 1971.
Lo curioso es que El Chato, antes de eso, había sido un luchador republicano y antifranquista —llegó, incluso, a ser comisario político con Negrín—, llegando incluso a estar preso en un campo de concentración español tras la Guerra Civil. Sin embargo, tras salir en libertad, en 1946, fue contratado por el primer director de España, Gregorio Corrochano, un señor de derechas y conservador. Esta es una de las muchas paradojas que podremos encontrar en este libro. En realidad, no es tan raro. Tánger fue refugio para muchos republicanos españoles en el exilio. Lo curioso es que, por este motivo, este periódico mantuvo dos líneas ideológicas distintas a la vez: una adicta al régimen, propagandística, y otra, por extraño que parezca, antifranquista. Y fue, precisamente, gracias a Corrochano.
No es mi intención desvelar en exceso el contenido de esta obra ni contar cómo continúa la historia de España, por respeto al autor, pero también por respeto a los potenciales lectores. Puedo asegurar que, como yo, se sorprenderán cuando se adentren en las páginas de este gran ensayo de investigación.
Ese, precisamente, es uno de los aspectos que merece la pena destacar de este libro. La impresionante cantidad de información que se aporta y, como es esencial en una obra de este tipo, lo milimétricamente estructurado que está todo. Gracias a eso, y pese a la necesaria y lógica densidad de algunas partes, el lector consigue tener una visión global y acertada de cómo fue la fascinante historia de este periódico. Además, la obra contiene una gran cantidad de material fotográfico que ayuda a ilustrar a la perfección lo que se cuenta en ella.
Por otro lado, la obra narra con un extraordinario grado de detalle cómo era la Tánger de aquella época, una ciudad que, pese a no estar en España, era plenamente española, aunque con el añadido de ser una especie de cajón de sastre en el que se mezclaban al alimón culturas, religiones e ideologías diferentes, por no decir contrarias. Pero era mucho más, por allí se codeaban los espías con los actores y actrices de Hollywood, y con los artistas más reconocidos del panorama musical español. Sinceramente, no tenía ni idea de la historia de esta ciudad, pero ahora, tras conocerla gracias a este libro, me he quedado prendada de ella. Espero poder visitarla pronto.
En cualquier caso, gracias a la gran cantidad de referencias que aporta Juan Manuel Menéndez, podemos conocer un montón de ejemplos de noticias de las que se hizo eco el diario España que, sin duda, no aparecieron en ningún otro rotativo español, ya sea por guardar relación con la oposición al régimen, porque hiciesen referencia a la situación de los países comunistas, o porque hablasen de personas ninguneadas por la prensa oficial, como Baroja, el asesinado Federico García Lorca o el gran Juan Ramón Jiménez, que ganó el Premio Nobel en el exilio.
En resumidas, cuentas, estamos ante una obra brillante, tanto por la forma como por el contenido. Una obra que no dejará indiferente al lector que se atreva a apostar por ella y que nos permitirá conocer un pequeño bocado bastante desconocido de la historia reciente de nuestro país, algo que siempre es de agradecer. Además, es todo un canto a la libertad. Pero eso solo lo entenderán si deciden sumergirse en sus páginas.