El hombre de la mano seca comunica a Pedro, personaje central de esta novela, fiel discípulo de Jesús, que van a crucificar a su Maestro. Pedro calla. El hombre de la mano seca insiste en su nefasta información y Pedro pregunta:
–Quiénes le buscan, qué tienen contra él.
–Saben que les ha dicho hipócritas y creen que causa desasosiego en la población – contesta el hombre de la mano seca.
–Cuándo piensan hacerlo
–Nadie sabe, buscan pruebas para la acusación..
El hombre de la mano seca mantiene la esperanza de que Jesús puede curarle de su enfermedad.
Ante la indecisión de Pedro el hombre de la mano seca se aleja envuelto en el temor.Y a la vez informa a todo el mundo sobre lo que ha dicho a Pedro sin encontrar respaldo en nadie.
Pedro recuerda el día en que conoció a Jesus. Jesús le dijo a Pedro que todo había sido trazado de antemano. Pedro sufre un dilema de indecisión en cuanto a su fe. Como sucede, por ejemplo, cuando no puede caminar sobre el agua a pesar de la petición de Jesus. Piensa en refugiarse en el seno de su familia, su madre enferma y su hermano inválido de una pierna y quien se opone a la amistad de Pedro con Jesus rechazando la idea de que Pedro vaya a defender al Maestro. Discuten. Pedro decide guiarse por la palabra de Jesus contra su propia inclinación humana. Apresan a Jesus. El mismo anuncia que alguno de sus discípulos lo venderá. Le acusan sin juicio. Discuten sobre el valor de la ley mediante una condenación previa. En el patio del templo aparece una mujer que acusa a Pedro de haber conocido a Jesús. Pedro lo niega. Suena el canto del búho. Y así, tres veces.
Al final, la trabajadora del templo lleva a Pedro la noticia de que todo había sido planeado por Jesus en sus palabras: “Me negarás tres veces”.