La trama de la novela es un intento de rescatar de las aguas del olvido vidas y sucesos notables. El cauce que fluye y nos arrastra mediante el ímpetu cruel del destino, que diría Francisco de Aldana, uno de sus protagonistas.
En el fondo de ese río de la vida se deposita el sedimento de los que fueron y que la memoria del mundo ha sepultado. El autor, buceador del pasado y pese al peligro de incurrir en el riesgo de la mujer de Lot y de Orfeo, trata de salvar recuerdos y sentimientos.
Los testimonios de algunos de los que se entrevén en sus aguas profundas vuelven a la superficie. El hallazgo del cartapacio de las obras perdidas de este gran poeta es el
núcleo que vertebra la narración y las incidencias que surgen alrededor del pecio literario rescatado. Hay tres escenarios de fondo: el siglo XVI de la monarquía hispana, el siglo XIX de la España del nuevo régimen y el de los tiempos actuales que vivimos, marcado por la pandemia sanitaria, social, cultural y política. La novela sigue las recomendaciones cervantinas de verdad e historia: lances humanos en su circunstancia.