Vittorio Mascarpone, albaceteño de nacimiento y madrileño adoptivo.
Devorador de libros desde su más tierna infancia, lo que le ha proporcionado una extraordinaria imaginación para crear personajes y mundos de la nada.
Funcionario de día y manchego en sus ratos libres hasta su jubilación, cuando pasó a formar parte del grupo madrileño de jubiletas del barrio, con sus dobles desayunos y el seguimiento exhaustivo de las obras cercanas.
A lo largo de su larga y próspera vida y ayudado por la sangre manchega que le acompaña desde su alumbramiento, pasó a dar vida a relatos cortos y felicitaciones navideñas con las que ameniza los días de quienes le rodean.
Pero, tratándose de un gran pensador, siempre disfrutó del noble arte de la escritura, deleitando con sus palabras tanto a familiares y amigos, como a compañeros de trabajo.