«Si pretendes ser un buen ateo, primero deja de creer en ti mismo. Si crees que no tienes ningún Dios, invéntate uno». Carlos Muñoz
La nada y yo es un poemario muy variado en cuanto al estilo y a la temática, pues abarca todas las vicisitudes desde que se nace hasta el fin de la existencia: la inocencia, el amor, la ignorancia, el engaño, la gloria, la muerte, etc.; todo ello relatado de una manera sencilla y, en algunas ocasiones, con un diálogo animalista y muy suspicaz en otras, ya que solapa de manera intencionada la trama para que el lector interprete o adivine las intenciones del poema. Por ejemplo, en «Factoría reina (Malaka)», el autor interpola todos los lugares emblemáticos y los personajes más afamados de Málaga sin citar a ninguno de ellos. En otras ocasiones, es el título la pista que hay que seguir, como ocurre con «La fiesta» y «Castilla».