Durante el confinamiento de la pandemia por coronavirus, me animé a escribir algo que llevaba en mi cabeza durante mucho tiempo. Como médico, he tenido experiencias muy variadas de mi actividad profesional. Muchos de los episodios que relato están basados en una época en la que, por motivos económicos, tuve que aceptar trabajos que la mayoría de mis colegas no se atrevían a desempeñar. Empecé con actividad en medicina de urgencia privada con pocos medios y poca remuneración, guardias en las famosas Casas de Socorro de Madrid, ya desaparecidas, y temporalmente como médico militar de la escala de complemento (milicias universitarias), donde llegué a teniente médico y que, al llamarme Coronel de apellido, me convirtió en «teniente-coronel» a una edad muy temprana, lo que dio lugar a situaciones cómicas y sorprendentes. Tuve durante varios años una consulta en mi domicilio «casi privada», donde atendí a artistas relevantes del cine, teatro y televisión, con gran éxito entre los vecinos de mi portal y los edificios adyacentes. Como especialista en Nefrología, relato anécdotas interesantes y siempre curiosas, en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, donde ejercí la mayor parte de mi actividad hospitalaria. Todo ello, recordando situaciones que había contado docenas de veces en reuniones sociales y con las que habían disfrutado amigos y contertulios. No todos mis compañeros de profesión, aunque sí algunos, pueden relatar este tipo de episodios, porque no muchos aceptaban este tipo de trabajos, de tal forma que frecuentemente me costaba encontrar a alguien que me quisiera sustituir para tomar unos días de vacaciones. En todo momento he tratado de entretener a los posibles lectores, pero siempre con el respeto y el cariño a las personas que aparecen mencionadas en el libro.