Cursó el bachillerato con los Salesianos. Pronto tuvo que trabajar por problemas familiares. Inició la carrera de Derecho, pero tuvo que abandonarla en el primer curso por no poder conciliarlo con el trabajo. Su carácter introvertido lo llevó a refugiarse en la lectura y devoró todo cuanto caía en sus manos. Ya con 21 años escribió su primera novela: Construyo mi voluntad, que presentó al Premio Planeta, pero nunca fue publicada. Siguió con artículos en la revista de su club y del colegio de sus hijos para, en el año 2000, publicar un pequeño libro de cuentos cortos: Narraciones. Su inconformidad con el sistema social lo llevó a leer a escritores contemporáneos suecos y fueron sus preferidos: Jo Besbo, Henning Mankell, incluso Stieg Larsson, pero sobre todo el matrimonio Maj Sjowall – Per Wahloo, del que se sintió desde el principio un verdadero fan. Se inició en la novela negra y creó al personaje Álex Baró y sus dos ayudantes, Tony Moretti y Martín Sanabria, para hacer cumplir la ley en el viejo Madrid de los años sesenta. Esta es la primera novela de la trilogía, cuyos títulos son: Los crímenes del Arrabal (2018); La chica sin nombre (2019) y El sabor de la venganza (2020).