José Antonio Vallejo nació en León, ciudad en la que reside. Con no más de diez o doce años comenzó a escribir historias, que ilustraba él mismo, y poesías, muchas de las cuales fueron publicadas en la revista escolar del centro en el que se educaba. Niño y adolescente de carácter retraído e inseguro, comenzaba tímidamente a introducirse en los ambientes literarios de su ciudad cuando un comentario displicente de un destacado escritor de éxito por aquellos años, dueño del cotarro, le desanimó tan profundamente, que en adelante decidió reservar su obra a un muy reducido núcleo de amigos. Así, el que en una oca-sión había sido calificado como «poeta hodierno» (el poeta de hoy), honroso título que públicamente le concedió su profesor de literatura con ocasión de su primer examen en la Universidad de Oviedo, pasó a ser durante muchos años «el poeta del silencio», como él mismo se definió. No fue hasta 2018 cuando, primero por impulso de su profesora de portugués, Concha López Jambrina, y más tarde por su amistad con la escritora Nuria Viuda, se decidió a dar a conocer su obra en el Ágora de la Poesía de León, en el Poetry Slam y en varias revistas y obras colectivas. Acudió por primera vez al Ágora de la Poesía de León en julio de 2018, acompañado por Piedad, su esposa, la cual fallecería repentinamente, en sus brazos, un mes después. La profunda herida que este trance causó en el alma del poeta se refleja nítidamente en toda su obra posterior. No se adscribe voluntariamente a ninguna tendencia poética actual, aunque, lógicamente, reciba influencias de algunos escritores y escuelas. Es autor, además del presente poemario, de varios volúmenes de poesía y narraciones cortas, que espera ver publicados en breve.