En este libro se describen las vivencias de Goya en Aragón, de las que nacieron las raíces que dieron vida a su alma e inteligencia. Goya nació en 1746 en Fuendetodos, pequeño pueblo de la provincia de Zaragoza, donde vivió un ambiente rural y familiar, disfrutó del paisaje, de variado colorido según las estaciones del año, y participó en las frecuentes fiestas y ceremonias tradicionales. En las puertas del armario de las reliquias de la Iglesia pintó la aparición de la Virgen María al Apóstol Santiago. Al cumplir los trece años, su familia se trasladó a Zaragoza, ciudad que ofrecía una intensa actividad económica, social y cultural, y en la que hizo numerosos amigos. Comenzó su formación en la academia de dibujo del pintor Luzán y tuvo una intensa actividad pictórica. Se aficionó a las corridas de toros, asistió a obras de teatro en las que actuaban conocidas y bellas actrices, como La Tirana, a las que retrató, y frecuentó tabernas donde se cantaba y bailaba hasta altas horas de la madrugada. A los veintinueve años, ya casado, se trasladó a Madrid para dibujar cartones en la Real Fábrica de Tapices, dirigida por el pintor alemán Raphael Mengs.