El presente poemario solo pretende ser un acercamiento de carácter literario dirigido a los niños, aquellos que, en ocasiones, algunas personas piensan que no son capaces de captar la sensibilidad que nace de la magia de las palabras y, quizá tampoco, percibir las imágenes que esas composiciones son capaces de generar. Pero yo sé que, en muchos casos, la sonrisa que se percibe en sus semblantes nos indica todo lo contrario.
Muchos años de profesión como docente me enseñaron a intentar conseguir que, en ciertos momentos, los niños jugaran con las palabras, realizaran sus primeras rimas, o incluso poemas sin ella (ya que en muchas ocasiones no es completamente necesario) y fruto de sus pequeños logros se sintieran contentos y orgullosos de sus composiciones.
Solo eso ya merece la pena.
Los poemas de los que se compone el libro no pretenden ser modelo de nada, ya que en su mayoría fueron realizados en su día para un determinado fin que en muchos casos no era más que divertir o, en ocasiones, enseñar algo de una forma más amena y agradable. Y esa sigue siendo en realidad la pretensión de este libro, nacido casi siempre de las vivencias de un aula: ser un vehículo y un objeto más que pueda servir para generar una ilusión o, simplemente, una sonrisa.