Katia, una joven viuda espectacular, arrebata la empresa OSC al que fuera su antiguo jefe: Giovanni, a la vez que lo acusa del asesinato de su abuelo Mijael. Por otro lado, Arnau, después de un crucero de vuelta al mundo, vive una vida tranquila en su piso de Barcelona y anda enamoradizo de su asistenta Gertrudis. Mientras, Katia, que no para de acosar al que considera amor de su vida —Arnau—, se ve envuelta en una trama de asesinatos.
Una amenaza nuclear lanzada por Giovanni pondrá en jaque a todos los servicios de inteligencia mundiales. La Amenaza de Orquídea se había activado. A todo esto, Arnau se siente perseguido por la policía y huye del país. Posteriormente, decide reunirse con Isabella en Portobello, una vieja amiga que conoció años atrás y con la que tuvo un hijo. No obstante, antes deberá hacer una escala en Las Palmas donde se encontrará fortuitamente con Sandra, una antigua amiga colombiana con la que tiene algunos escarceos amorosos.
La evidencia de la Amenaza de Orquídea se hace cada vez más patente, los gobiernos de todas las potencias mundiales ven amenazada a toda la población mundial. Con todo, Arnau decide evadirse de aquella situación que le estaba agobiando y emprende su viaje a Portobello con Mateo a bordo del velero Elíseo. Ya una vez reunido con Isabella y su hijo, Arnau siente y añora sus días de descanso en el monasterio de Sant Jeroni de la Murtra, en Badalona.