Ni política ni religión nace de la necesidad del autor, Marden Peña Hernández, de comprender mejor ciertos temas que día a día se ven reflejados en la sociedad y van quedando ahí sin darle la importancia que estos merecen hasta que llega el momento que muchos de estos temas caen en el olvido, solo porque se hacen tan comunes que pasan a formar parte de nuestra esencia. Sin embargo, llega un momento en nuestras vidas en que reflexionamos y caemos en la cuenta de que eso no es así; caemos en la cuenta de que nosotros somos más que un cúmulo de normas que nos impone la sociedad en la que vivimos, caemos en cuenta que somos lo más importante en ese puzle que es nuestra vida. Ni política ni religión es una obra filosófica y reflexiva, y en cierta manera sociológica que gira en torno al papel del individuo en el mundo social que se desarrolla en una clara relación dialéctica, y a la necesidad de fortalecer al individuo en todos los aspectos; especialmente mediante el autoconocimiento. En un nivel estrictamente formal, merece la pena destacar varios aspectos: el extraordinario dominio de la prosa que, sin ser vulgar, es cercana, amable y fácil. Además, la obra contiene numerosas reflexiones sociológicas y filosóficas, lo que permite extraer un buen número de lecturas al margen de la trama principal que la estructura.