La llegada de Carmen a Larache coincide con el final de la guerra del Rif y el comienzo de la fase de pacificación en el protectorado español de Marruecos. A través de sus paisajes, ciudades y pueblos, y sobre todo entrando en contacto con la población marroquí, la joven se va enamorando de un país que, inmerso en múltiples cambios de todo tipo, experimenta una profunda transformación que camina paralela a la que ella misma va viviendo. Junto a ella, su padre, militar de profesión y veterano de guerra, le irá mostrando un camino plagado de sinsabores, angustias y desvelos, entre los españoles que allí destinados sirven a su país en el ejército. Cuando el militar decide revertir esa situación, arrastrará a su hija hacia un callejón sin salida. Un desenlace inesperado provocará su vuelta a España en el peor momento de su historia reciente.