Nació en Barcelona en los años 60. Siempre muy observador, ya desde niño sentía gran inquietud por la comprensión del comportamiento humano. La sociedad formada en Cataluña con la llegada de cientos de miles de personas de toda España resultaba a ojos de Alberto un fantástico laboratorio sociológico. La mezcla de las idiosincrasias, las formas de interrelación y su evolución le proporcionaron mucho material de estudio. Con todo esto, su conclusión a los veinte años fue que estaba todo el mundo loco J; él llamó locura a los errores de planteamiento de las personas. De los veinte hasta hoy se ha dedicado a comprender los diferentes errores, de dónde surgen y cómo pueden corregirse. Influido por los mejores de entre nosotros afirma haberlos comprendido y tener las soluciones. La observación de toda la sociedad, de sus conocidos, amigos y familiares; hijos, padres, hermanos, sobrinos, primos, primos segundos, tíos, cuñados…/as, y la progresión de cada uno de ellos en una sociedad como la catalana, con las diferentes particularidades que se producen
en tal maremágnum y con sus dos lenguas, le han llevado a la comprensión del problema del independentismo catalán, a conocer cuál es el auténtico origen y tener por tanto la solución, que será infalible. A su vez, afirma saber ya y explica en
el libro qué nos falta y qué necesitamos los humanos para poder vivir y convivir felices y en paz.