Nada proporciona más satisfacción en la vida que la entrega de toda tu esencia como regalo, sin pedir ni esperar nada a cambio.
Como nada deja peor sensación que notar cómo a veces hay un tiempo en el que los sentimientos se enfrían por la pasividad del conformismo.
Llenándote de bienestar en ocasiones, cuando se ven recuperados de nuevo a través de una mirada envolvente que, sin pretenderlo, va marcando huella en el interior, hasta lograr el profundo sentir de lo inalcanzable.
También se reseñan otros valores ya adquiridos, los cuales, se hacen resaltar en este libro de manera muy peculiar por el autor, al percibir que se van perdiendo, por el simple hecho de requerir un esfuerzo de nosotros. Como el dejar en olvido a personas que, en momentos especiales, necesitan de los demás para sentirse vivos.
Toda esta intención de valores, junto a lo que Marié y Joan se supieron transmitir, va desgranándose de manera muy especial, para crear la trama de esta novela y envolver al lector… en la búsqueda del renacer del alma.