Nació panadero y murió horneando para siempre los corazones de los que tuvieron la oportunidad de conocerle y experimentar su inmensa humanidad. El Padre Jesús fue un fraile mercedario atípico y tardío, que encontró su sacerdocio a los cuarenta años de edad, tras la muerte de su madre, después de una vida entera repartiendo panes por su Herencia natal. Desde La Mancha a Madrid, Salamanca, Sevilla y Jerez, este monje humilde de profundas raíces castizas derramó su fe con la convicción de su infinito amor a la Virgen María, sin más códigos ni estatutos que hacer el bien y obrar en el corazón de los demás con el ejemplo de sus actos, como hiciera su fiel icono, Santa Teresa de Jesús.
En un gesto valiente y desprendido y mediante un estilo inteligentemente novelado, el autor de esta obra ha querido relatar lo que supuso el último fin de semana de la vida del Mercedario, trocándose él mismo en protagonista de un apasionante viaje a través del cual encontraría su propia conversión. Salvador Gutiérrez, este profesional de la comunicación, muy vinculado al periodismo de investigación, empezó ya entonces a recapacitar sobre la posibilidad de dar a conocer a la opinión pública el relato de aquello de lo que había tenido la suerte de ser testigo, enriqueciendo su testimonio con el de las cientos de personas que, diseminadas por la geografía española, han querido contar lo que vieron y oyeron durante aquellos años. El relato de una persona excepcional, de esas que nacen cada cierto tiempo.