Estos cuentos están inspirados en personajes reales y sucesos crueles de la vida. Por lo tanto, su parecido a algunos personajes es evidente. En La lata de pintura, ocurrió casi tal como lo narrado, quedando retratado el propio autor, que es el abuelo tío del niño. La mujer que murió la víspera afectó muy profundamente los sentimientos del narrador por su cercanía familiar con los personajes reales que motivaron esta historia y su doloroso y triste final, unido a la falta de sensibilidad y valores de personajes y autoridades involucradas en esto que yo llamo un «crimen social».
En Diálogos con el vientre se hace referencia a cuatro grandes mujeres, tres de ellas de la mitología griega presentes en la Ilíada de Homero: Tetis, la madre de Aquiles, Hécuba y Andrómaca. Una, la madre del héroe troyano, Héctor, y la otra la amada esposa. La cuarta mujer, Adolfina, parece un personaje de la tragedia griega, pero lamentablemente no lo es, se trata de un personaje de la vida real que vivió en su propia carne toda la cruda crueldad de la que son capaces los intereses económicos unidos a un apoyo criminal de las entonces autoridades gubernamentales. De esos, todavía quedan algunos por ahí, exhibiendo parlanchinamente su intocabilidad. ¿Qué tienen en común con Héctor Pramo? Las cuatro son madres, pero tan solo una de ellas tan pobre como la heroína de nuestro cuento. Como verán, nuestro personaje se rebela contra las injusticias de los poderosos dragones.
Espero que puedan disfrutar de este libro…, antes de que llegue la noche.