No es fácil abordar el tratamiento del hecho religioso teniendo en cuenta las más importantes religiones del mundo, de Oriente y Occidente, dando primero una visión global de lo más importante de todas ellas para luego pasar a analizar cada uno de los elementos que componen una religión. Pero no un análisis que maneje solo los datos religiosos, sino también los que aporta la filosofía y la historia. Es probablemente algo que no se ha intentado hasta el momento. Y menos el hacerlo con una perspectiva objetiva, no parcial, no decantada ya a favor de una u otra. Todavía más, sin una actitud beligerante, a favor o en contra de la idea religiosa en la vida del ser humano, pero, eso sí, sin evitar consideraciones críticas cuando la posición religiosa pugna con la razón, desconoce la historia o exige adhesiones incondicionales a doctrinas que tienen mucho que discutir, en las que caben muy diversas valoraciones. En la presentación se dice que este libro no gustará ni a los creyentes fanáticos ni a los críticos radicales. Unos y otros deben ahorrarse su lectura, pero no esa enorme minoría que reconoce el hecho religioso como una referencia de la vida humana, se quiera o no, y le interese adentrarse en ella, sobre todo en los temas que le han trasmitido tan dogmáticamente como para suscitarle inquietud, una inquietud que habrá desaparecido al concluir la lectura.