Valiente, luchador, alegre… Con muchos adjetivos podríamos describir a Adrián Adame. Un gran amigo y una gran persona, que estuvo en los buenos y en los malos momentos, apoyándonos y animándonos cuando estábamos tristes. Hacía que las clases, al igual que los días, fueran divertidas, era imposible aburrirse a su lado. Él siempre sabía sacar una sonrisa a todo el mundo, no podía aguantarlas, todo dependía de una palabra, una sonrisa, un gesto, algo especial, era vergonzoso, algo callado…
Pero con sus amigos era el mejor, había que saber cómo era para conocerlo, aunque sólo pasando un minuto con él de alguna forma u otra te alegraba el día. Personas como Adrián hay pocas.
Te llevaremos siempre en el corazón y no te olvidaremos. Siempre en nuestro recuerdo Adrián ¡¡¡¡TE QUEREMOS!!!!