Amistad, amor y sexo se mezclan y superponen a lo largo de una investigación llevada a cabo por un detective en tierras de la Toscana. Durante el periodo de entreguerras, una brutal «vendetta» acaba con la familia y patrimonio del cacique de un pueblo, que he llamado San Gimignano, pero que es pura ficción. En este periodo tan turbulento, se cometieron toda clase de atrocidades aquí y allá de las que nadie se atreve a hablar. La ley del silencio se impuso por doquier, pero, al paso del tiempo, una persona ya mayor que vive en Madrid desea conocer sus orígenes.
Un hombre todavía joven y solitario a quien le gusta dar libre curso a su fantasía e imaginación se distrae los domingos revolviendo en los cajones de los puestos del rastro que contienen fotografías y postales antiguas. Los dos hombres atraidos por lo mismo, aunque por muy diferentes motivos, el detective por su mision, se hablan y una incipiente relación se instaura entre ellos.
Cargados cada uno con su «mochila», la relación se va transformando hasta tomar un rumbo sorprendente que les lleva a reconocer cada uno su asexualidad. No hay sexo, ¿hay amistad o hay amor? Pero… ¿puede haber amor sin sexo…?