En cierta ocasión, el escritor y economista José Luis Sampedro dijo —o escribió— una frase genial que representa a la perfección una diferencia esencial que se da entre las distintas maneras de pensar la economía: «Hay dos clases de economistas; los que quieren hacer más ricos a los ricos y los que queremos hacer menos pobres a los pobres». Sampedro se consideraba parte del segundo grupo, de esos que quieren hacer menos pobres a los pobres. Pero no solo porque consideraba que el capitalismo debe ser controlado por estados fuertes que garanticen una sana y justa redistribución de la riqueza, idea que se puede discutir y que, sin duda, ha sido y será objeto de profundos e interesantes debates, sino porque tenía muy claro que «hacer menos pobres a los pobres» implicaba que estos tuviesen acceso al conocimiento y a las herramientas necesarias para poder gestionar mejor su economía doméstica. El propio Sampedro resumió esta idea en otra gran frase suya: «La vida es una navegación difícil sin una buena brújula».
Una buena brújula. Esto nos ofrece el libro que les quiero reseñar hoy, Crea una buena salud para tus finanzas personales, de la economista paraguaya, residente en España, Cristina Rojas Mena, publicada recientemente por Editorial Círculo Rojo. Una buena brújula para que los no iniciados en el siempre tempestuoso y bravío mar de la economía puedan encontrar un buen puerto.
La obra está dividida en cuatro capítulos, aunque en realidad se trata de tres grandes bloques. El primero consiste en una larga introducción en la que la autora expone al lector una serie de propuestas y conceptos teóricos procedentes de diversos estudiosos y pensadores del mundo de la economía y las finanzas. Esto es importante para entender algunas ideas esenciales sobre cómo funciona todo esto. Además, en este apartado, desde una perspectiva más interdisciplinar, introduce numerosas ideas procedentes de campos alejados de la economía pura y dura, pero que, sin duda, interrelacionan con esta de manera importante, como la psicología o la sociología.
En segundo lugar, el objetivo real de la obra, que Cristina Rojas Mena desarrolla y revela en varios puntos que giran en todo momento en la importancia de asumir el control de nuestra economía, pero siempre desde una manera integral. No voy a extenderme demasiado en esto, en parte para no desvelar demasiado del contenido de la obra, pero sí que es importante aclarar que ofrece un buen número de consejos y herramientas que pueden ayudar al lector a planificar, gestionar y desarrollar mucho mejor su economía, y no solo en términos puramente monetarios, sino también desde lo emocional —a ello contribuye el recurso habitual que emplea de historias y anécdotas reales de su propio entorno personal o profesional.
Por último, expone los motivos y las consecuencias de las crisis económicas más recientes (la financiera de 2008 y la actual, provocada por la pandemia de la covid-19) y plantea algunas ideas muy interesantes sobre cómo emprender en estos tiempos complejos y cambiantes, y sobre cómo será el mercado laboral del futuro inmediato.
En términos generales, la propuesta de Cristina Rojas Mena se mueve a medio camino entre una guía de economía doméstica al uso y los libros de crecimiento y desarrollo personal, ya que también le da mucha importancia a la formación integral de las personas, tanto en conocimientos y saberes adquiridos como en gestión de las emociones y en socialización —la autora, por ejemplo, le da mucha importancia a ideas como la solidaridad o la empatía—. Esto tiene más importancia de la que parece, y aquí, sin duda, se encuentra el gran logro de esta obra. Así, por ejemplo, tener una actitud positiva y resiliente ante un grave problema económico es esencial para conseguir solucionarlo. Del mismo modo, el bienestar familiar y personal contribuye de una manera extraordinaria a que sepamos actuar de una manera proactiva y adecuada, tanto en términos generales como en el aspecto puramente económico. Además, una correcta disciplina y una ética rígida y consecuente, sin duda, también influyen: en muchos casos, los problemas económicos domésticos se deben a gastar por encima de nuestras posibilidades, endeudándonos, y a dejarse seducir por los cantos de sirena del consumismo. De ahí la importancia de saber priorizar qué es lo realmente importante —por ejemplo, invertir en formación personal y profesional— y de desarrollar un control sobre los impulsos y pulsiones que nos llevan a consumir sin lógica —que los expertos en marketing conocen a la perfección—. Y aquí, repetimos, no se trata solo de un aprendizaje económico, que, obviamente, es trascendental, sino de un crecimiento personal que gire en torno al conocimiento y al control de uno mismo. Pero también en torno a la felicidad, de ahí otro de los grandes puntos a destacar de esta obra: Cristina Rojas Mena tiene muy claro que invertir en nuestras aficiones y en las cosas que nos gustan es esencial para obtener una de las herramientas claves para alcanzar el éxito, la felicidad.
De hecho, uno de los pensadores que menciona la autora en el primer apartado, John Stuart Mill, expresó muy acertadamente esta idea: «Ningún problema económico tiene una solución puramente económica».
En definitiva, se trata de una obra valiente e inspirada que puede ayudar a guiarnos y a conducirnos de forma correcta por este valle de lágrimas que es la vida, para que deje de serlo y sea lo que debe ser. Y es que Crea una buena salud para tus finanzas personales, aunque también contiene una dosis alta de erudición y de reflexión filosófica y existencial, es un libro para todo el mundo, o debería serlo. A veces se hace árido, pero nadie ha dicho que fuera a ser fácil. Es el precio a pagar por enfrentarnos a nosotros mismos en el espejo. El resultado, el premio, merece la pena.
Una propuesta tan arriesgada como necesaria. ¿Lo consigue? Dejo eso en manos de los lectores que se atrevan a sumergirse en este breve pero genial ensayo.
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