En este sobrecogedor relato de realidad achispada con alguna que otra minúscula dosis de ficción esta vulnerable, y no por ello menos brillante abogada, aunque ávida en su lucha diaria contra la siniestra dualidad que comporta la naturaleza humana en su vertiente más genocida, pero insultantemente ajena a las manipulaciones más perversas de las que ella misma puede llegar a ser objeto. La obra nos sumerge en carne propia en el inframundo de los más bajos instintos de los que el ser humano es capaz de entretejer en la fría noche de su propia esencia…No es más que otro perverso formato de lo que signifique la eterna lucha despiadada entre el bien y el mal, no depurados del todo en su genuinidad… La perversión del intelecto del hombre en su lucha ancestral por la supervivencia felina. Una honda quebrancia en su íntimo ser que desemboca en la atroz negación de su propia naturaleza, “la noble,la recta,la ética” y que arremete contra otros congéneres en pos de sus ruines intereses, acogiéndose esta vez en su versión más inadmisible a la execrable excusa de la perpetuación de la raza.