Álvaro, policía nacional desde hace casi veinte años, ha sido diagnosticado de cáncer en dos ocasiones. Cuenta paso a paso los síntomas previos al diagnóstico tras la recaída, así como su experiencia con la enfermedad y lo que le funcionó para reducir los terribles efectos secundarios causados por la quimioterapia, para que otras personas que estén pasando o vayan a pasar por lo mismo se aprovechen de esta vivencia y para que la sociedad lo normalice, sin tabúes y sin tratar al perjudicado como un impedido o como si fuese a morir en unos días.
Con una serie de reflexiones y anécdotas, muestra cómo del cáncer también se puede obtener un aprendizaje y comparte un viaje muy especial cargado de emociones por Nepal y la India durante el que piensa que volvió a desarrollar la enfermedad y en el que ocurren todo tipo de percances y aventuras.
Habla de positividad, de actitud, de lucha, del aquí y el ahora, de mentalidad, de resiliencia, de que hace más el que quiere que el que puede, de empatía, de cómo muchas veces los animales —y en concreto los perretes— nos dan lecciones a las personas, de saber valorar, de quejarse menos y agradecer más… En definitiva, de vivir.