Caminando desde Asturias a Andalucía. Soy Sevillana de Casariche, mi familia, los (máquinas) por parte de mi padre, y los malayas por mi madre. Me trajeron mis padres cuando tenía 4 años a Asturias, donde fuimos a vivir a un pueblo de Mieres llamado Paxio.
A los ocho años, la empresa en la cual trabajaba mi padre nos concedieron una casa, con agua corriente; en el pueblo carecíamos de ella.
Ahora en la nueva, tendríamos una habitación para cada uno, era casi un milagro, puesto que en la casa del pueblo dormíamos todos en el mismo cuarto, frío, húmedo. Los tres hermanos en la misma cama.
Ahora, queda un grato recuerdo.
Ya en Mieres, de niña en mi barrio el tocote, en la entrada de las carboneras, antiguamente las había, era normal, puesto que las cocinas eran de carbón.
Hice mis primeros pinitos, las vecinas aplaudían. Desde esos primeros aplausos nació mi amor por el teatro y cómo no, a escribir.
Por motivos de trabajo de mi padre nos trasladamos a Gijón: eran años de prosperidad en su empresa, pero yo decidí en el año 1974… como muchos españoles con mi maleta de cartón y con gran dolor, ir a trabajar a Suiza. En España eran años de represión y dictadura, así que estuve fuera 8 años.
Cuando volví, recuerdo que eran los mundiales del 82.
En el año 1995 decidí hacer arte dramático, mi gran pasión. El 2011 fue especial. Me concedieron un premio por mi trayectoria como escritora, directora de teatro, por cantar a mi querida tierra (Andalucía). Sin olvidarme de mi Asturias del alma.