Ansiedad por la excelencia: De Pellegrini a Mourinho. “Cuando subía por el Paseo de la Castellana, una sensación de hormigueo recorrió mi cuerpo. Había realizado ese recorrido cientos de veces, pero sin duda aquella tarde era especial. Había más coches de lo habitual y los ríos de gente fluían hacia el Bernabéu. Padres con sus hijos, perfectamente ataviados con bufandas o camisetas del Real Madrid, merodeaban por los aledaños del estadio. También había muchos grupos de amigos, jóvenes y otros no tanto. Todos tenían en común una cosa: su amor al Real Madrid y una infinita ilusión porque su equipo volviese a enamorar, a seducir con su juego. A fin de cuentas habían visto muchas veces esa película. Hablar del Real Madrid es hablar de espectáculo, lucha, entrega, competitividad… los valores que se le exigen al que presume de ser mejor club del mundo. Pero es que además, este año, con la vuelta de Florentino Pérez a la presidencia y la llegada de algunos de los mejores jugadores del mundo, la ilusión se había disparado…”