En el frontón del templo Apolo había una frase inscrita que, con tan solo dos palabras, resumía gran parte del pensamiento existencial: γνωθι σεαυτόν, γνῶθι σαυτόν, en griego moderno, que significa «conócete a ti mismo». Así, todo aquel que quisiese realizar cualquier consulta a los dioses, antes de adentrarse en el oráculo leía esta contundente frase. «Conócete a ti mismo». Sería precisamente Platón, siguiendo las enseñanzas su maestro, Sócrates, el que le daría amplia difusión a esta idea, haciendo hincapié en lo importante es que mirar hacia dentro antes de tomar cualquier decisión. Tomó conciencia, como otros tantos que visitaron aquel templo, de que el autoconocimiento era el camino hacia la madurez humana, nuestra principal tarea, tarea a la que nos debemos entregar en cuerpo y alma en un particular viaje hacia nosotros mismos que, como si de un viaje de peregrinación se tratase, nos llevará no solo saber qué somos, sino a conocer con mucho más acierto qué son los demás y qué es el cosmos, el mundo que nos rodea.
Un par de milenios después, Antonio Machado ahondó en esta genial píldora de conocimiento ancestral en su delicioso poema autobiográfico Retrato:
Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con este buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
Este buen amigo, decía el poeta sevillano, su yo interior, su contertulio dialéctico en la soledad de sus pensamientos, fue el que le llevó al secreto de la filantropía, es decir, a amar a la Humanidad, al otro, al prójimo… Como dijo aquel otro sabio galileo. Y es que, al fin y al cabo, somos olas de un mismo océano…
Aprende a fluir, la extraordinaria obra de Alicia Zambrano González, publicada recientemente por Editorial Círculo Rojo, nos invita a un viaje de búsqueda introspectiva similar al que proponía el Oráculo de Delfos, Sócrates, Platón y Machado, aunque desde una perspectiva más holística y espiritual. Y eso ya dice mucho de esta pequeña gran obra filosófica y de crecimiento personal.
No es cuestión de desvelar en exceso el contenido de esta obra, pero, para que se puedan hacer una idea correcta de su contenido, es necesario comentar algunos aspectos importantes.
La autora, Alicia Zambrano, por su experiencia profesional y personal, sabe de lo que habla. Por un lado, profesionalmente hablando, es astróloga psicológica y coach especialista en crecimiento personal; por otro, ha vivido determinadas experiencias en su vida que le han llevado a adquirir un conocimiento de primera mano. De hecho, en la obra, que tiene mucho de autobiográfico, relata cómo comenzó a percibir una serie de señales del Universos que le hicieron cambiar su forma de pensar, lo que produjo a su vez un cambio en su forma de sentir y una modificación importante en su vida. Además, el contacto con algunas personas realmente especiales le facilito el camino.
Así, un buen día tomó una decisión tajante: «¡BASTA! Quiero vivir la vida sin ser esclava de mis sueños. Y permití que el transcurso del tiempo me enseñara el mejor camino a seguir». Esa es, en pocas palabras, la idea central de Aprende a fluir, como el propio título indica.
A partir de esta premisa, Alicia Zambrano nos ofrece un buen número de ideas, consejos y herramientas que permitirán al lector interesado y concienciado desarrollar con mayor eficacia su vida, mejorar en la comprensión y aceptación de sus emociones, gestionar con mayor empatía y flexibilidad las relaciones con los demás y, sobre todo, le ayudará a disfrutar de la vida con tranquilidad, apreciando la belleza del instante, viviendo el desapego, sin agobiarse por deseos imposibles o con quimeras mercantilistas.
Y en parte, todo ese proceso guarda una íntima relación con el viaje introspectivo, con aquello de «conócete a ti mismo», que les comentaba anteriormente. Nuestra autora lo explica así: «Debía conectar, sentir y descubrir mi MUNDO INTERIOR, de esta forma, lograría ser más feliz en mi MUNDO EXTERIOR. Era evidente, que desde la quietud podría obtener luz en mi camino». Es decir, el camino es la suma de la búsqueda interior con la apertura espiritual necesaria para captar las señales que el universo nos manda, casi siempre sin que nos demos cuenta, si no estamos debidamente entrenados.
Por supuesto, hay mucho más en Aprende a fluir, pero tendrán que leerlo para averiguarlo. Les aseguro que no se arrepentirán.
En resumidas cuentas, el trabajo que plantea Alicia Zambrano es un trabajo individual e interno. Solo así se puede cambiar al individuo y solo así se puede cambiar la sociedad. No hay retorno colectivo al Edén.
Y no, no es un libro de autoayuda, aunque proporcione, o pretenda proporcionar, herramientas que nos ayuden a ayudarnos a nosotros mismos. Puede resultar paradójico, pero es así. No se trata de seguir un manual. No está escrita la receta. Se trata, en pocas palabras, de darse cuenta… Darse cuenta de qué somos; darse cuenta de que estamos; darse cuenta de que sentimos. Y de aprender a escuchar al universo, que tiene mucho que decirnos…