El silencio es una obra de no ficción que se puede englobar dentro del género de crecimiento personal y autoayuda, sin olvidar su parte poética. Presenta una evidente deriva hacia lo existencial. Así, la autora desarrolla algunas ideas interesantes en torno a prácticas y actitudes que considera muy útiles para desarrollar mejor y con más eficacia nuestras vidas, nuestros trabajos y nuestras relaciones con los demás; especialmente desarrollando la introspección y la autoestima, pero también el amor, los valores, la búsqueda de la realización de los sueños y la conciencia activa y existencial. Todo ello, en base al relato de la historia real de otra persona, Alex Aragón.
La muerte y la vida son situaciones opuestas que debemos relacionarlas y entender el ciclo de la naturaleza. La autora resalta la importancia de aceptar la muerte para luchar por nuestros sueños en vida.
Respecto a la forma, adopta un tono didáctico y empático y un lenguaje sencillo, aunque también emplea razonamientos complejos y bastante abstractos. Es una obra fragmentada por capítulos, donde cada uno de ellos esconde un sentimiento.