En su adolescencia, María va en otoño de excursión con el abuelo al gran bosque de Irati, llamado por las gentes antiguas «El bosque mágico».
Con el respeto y amor que los dos sienten por la naturaleza y su conservación, caminan embelesados admirando tan maravillosa creación. Seducidos por el hechizo del frondoso bosque, se pierden en la inmensa maraña de árboles y senderos, donde la soledad es su única compañera. Ni los guardianes protectores del bosque aparecen para rescatarlos.
Amenazados por la noche, rezan para que alguien los socorra. Conocerán entonces la magia de un ser muy especial que vive oculto en las profundidades del viejo bosque.
El planeta Tierra es nuestro hogar,
un hogar maravilloso y mágico.
Conservar su vida y belleza es nuestro deber.
¡Hagámoslo!