Si tienes en la mano este libro, ya conoces a Kay.
Y a estas alturas, conoces también a Cala, por supuesto que sí, al igual que a muchos otros personajes, de los cuales, lamentablemente, alguno hemos perdido por el camino.
Pero todo esto significa una única cosa, ¡que ya has entrado en Ravelow! Así que ya debes haber disfrutado de sus increíbles lunas. ¿Qué? ¿Te gustaron?
Has conocido el Reino, su grandiosidad y, evidentemente, también debes haber conocido a Racan.
Conoces a Livain. Perdón, quería decir: ¿Conoces a Livain? ¿De verdad?
Espero que hayas disfrutado del incorregible Gus, con su poco tacto y con su carácter siempre extrovertido, quizás demasiado travieso.
En fin, no me quiero extender, estoy seguro de que ya sabes de sobra de qué va esto. Conoces Ravelow, has estado en nuestra base lunar, has entrado conmigo
en el portal, has sufrido en los enfrentamientos, has perdido compañeros por el camino, y has descubierto un planeta maravilloso.
¿Y ahora qué? ¿Qué viene ahora?
Pues, ahora… ¡vas a conocer los clanes indómitos!
Ahora… vas a adentrarte en una jungla milenaria sorprendente, fascinante, antiquísima, con árboles de dimensiones tan colosales que te harán soñar, con unas vistas que jamás habías podido ni imaginar. Vas a viajar a través de la naturaleza más pura del universo, vas a envolverte en una selva virgen sobrecogedora, llena de encantos, de inquietantes misterios y, quizás, también de peligros, quién sabe.
Ahora… ¡vas a sumergirte en territorio indómito!
¿Creías conocer Ravelow? ¿Creías que lo habías visto todo?
Pues no, nada de eso. ¡Esto no ha hecho más que empezar!
¿Estás preparado para continuar con nuestro viaje?