En las postrimerías del s. XIX, ya se constata la buena aceptación de la zarzuela en Irun, convirtiéndose en actividad recurrente en el ocio de los ciudadanos.
A la lírica escénica le tocó vivir una etapa dificultosa a lo largo del s. XX, pues tuvo un gran competidor, el cine, que con su canibalismo engullía cualquier
manifestación sobre los escenarios, abocando a la zarzuela hasta su práctica desaparición en la ciudad. En el s. XXI y merced a la iniciativa de la Asociación
Lírica Luis Mariano, vuelve la zarzuela y se inicia una nueva etapa con representaciones de ópera. En los 140 años que abarca este trabajo, se repasan las actividades lírico-escénicas, su evolución, anécdotas y el surgimiento y caída de nuevos teatros. Cierra el estudio una breve semblanza de artistas iruneses, cantantes, compositores y directores de orquesta, con actividad directa y continuada en representaciones de ópera y zarzuela.