Versos de barro es una antología de poesía lírica. En su mayor parte, es un poemario de juventud, compuesto entre los diecisiete y los veintiocho años de su autor. A través de sus versos, labrados en metros y estrofas tradicionales, el poeta vela y desvela algunos rasgos, situaciones y experiencias de su mundo interior. Nos desvela su emoción frente a la naturaleza, en la que encuentra una aliada para colorear de matices el lienzo de su introspección. Se interroga por el paso del tiempo, y, al hacerlo, percibe los claroscuros que propala la nostalgia de un bien quizá tempranamente hallado y tempranamente perdido. También evoca aquellos lugares ligados a su travesía vital, en especial el Trujillo de su infancia y juventud, y Madrid, que a sus ojos continúa apareciendo como una villa y tierra castellanas, que es parte y, en un cierto sentido, corazón de esa Castilla entera de los machadianos álamos dorados. Todo este universo poético se convierte en expresión del barro de la vida humana, de su fragilidad, de esas realidades palpitantes, pero inmanentes, de que se constituye el tránsito del hombre por este mundo. Un mundo que necesita ser trascendido para que los versos de barro del poeta puedan llegar a transformarse en versos de incienso.