Norah vive en un pequeño pueblo de Inglaterra, rodeada de montañas, nieve y el humo de las chimeneas. Siempre ha sido de perderse y encontrarse. De cosas sencillas. De dejarse llevar. Lleva una vida normal que a ratos compagina con el café entre amigas, los libros viejos de la librería y las sonrisas de los niños en el orfanato de su madre. Y las palabras, pero de eso apenas se acuerda. Hasta que llega él. Él, con sus secretos, su sonrisa y sus ojos negros. Él, para desordenarlo todo. Para que nunca nada vuelva a ser como antes. Una historia diferente, de esas que ya no se cuentan. De esas que escapan a la razón. De esas en las que la frontera entre el amor y el dolor, a veces, está demasiado borrosa. De sacrificios, pérdidas y reconciliaciones. De perder la esperanza para volver a encontrarla. De ser valiente. Y de aprender a luchar. Por ti. Por aquello que te da alas. Una historia en la que la música, el amor y las palabras no han encontrado otra manera de ser que la de significar, siempre, a partes iguales. Siempre entre madera y miel.