Por qué gracias
¿Y por qué no?
¿Qué tienes que no lo hayas recibido?
La vida la recibiste de tus padres o progenitores.
Mientras crecías, de tu entorno familiar, cuidadores, amigos, médicos, maestros.
Ya de adolescentes y adultos, las recibías de tu propia energía, pero ¿de dónde sale esa energía que tienes tú cada día?
De alimentarte y cuidarte claro, pero… ¿de dónde salen esos alimentos tan variados y esas posibilidades de cuidarte (hacer deporte, medicinas, la música, las distracciones…)?
¿No crees que, aunque no nos demos cuenta, estamos rodeados de personas que nos facilitan la vida?
Desde los agricultores y ganaderos que nos obtienen frutas, verduras, cereales, carnes, pescados, etc., a los fabricantes de ropas y muebles, las tiendas, los autobuses, la policía, el agua y la electricidad en nuestras casas. Todo eso, ¿de dónde sale?
Pues sí. Somos unos privilegiados por eso y por muchas otras cosas que cada día tenemos y disfrutamos.
Podríamos dar gracias cada día que nos levantemos.
¿A que a ti también te gusta que te den las gracias cuando haces un favor o ayudas a alguien?