Esta investigación, que transcurre por territorios muy diversos de la Historia de Italia, de la del Arte y de la Sociología, así como de la Patología Médica y Quirúrgica y de la Antropometría, surgió de la evocación del famoso retrato pintado por Piero della Francesca al duque de Urbino ante la fotografía de un niño con el síndrome de Crouzon.
La obra consta de dos partes. En la primera se exponen los «tejemanejes» de la investigación: la relación entre la Medicina y el Arte desde diferentes facetas y las principales fuentes empleadas y su fiabilidad.
La segunda parte comprende una breve contextualización del «paciente» en tiempo y lugar y su historia clínica, partiendo de la exposición de los antecedentes familiares, seguida de los sucesos médicos importantes acaecidos a lo largo de su vida y las circunstancias de su muerte.
El inusual perfil nasal del duque de Urbino, que ha sido el punto de partida de esta investigación, ha captado la atención de algunos investigadores pero hasta hoy no se ha estudiado la posibilidad de que el duque sufriera una malformación craneofacial y esa es precisamente la hipótesis que trata de demostrar esta obra por medio de un estudio cuantitativo.