Con estas Reflexiones de la abuela, escritas desde la paz y la tranquilidad del hospital y estructuradas a modo de diario, María Jesús García Serrano hace un repaso de su vida a la vez que reflexiona sobre el paso del tiempo y las circunstancias imprevistas del día a día, donde tristezas y alegrías conforman las dos caras de una misma moneda.
Un homenaje a sus seres queridos y al pueblo donde nació, creció y regresó para quedarse definitivamente, y en memoria de tantas personas, familiares, amigos y conocidos, que podrían ser perfectamente personajes del inmortal Quijote.
Un viaje recíproco entre presente y pasado enfocado hacia el futuro, hacia sus nietos y las nuevas generaciones, con el fin de transmitirles, para que nunca caigan en el olvido, las memorias, las historias y los valores de nuestras raíces.