Cuenta la leyenda que, al ver caer una manzana, Newton elaboró la teoría de la gravitación universal. Es consenso general aceptado que, con dicha teoría junto con otras leyes derivadas de ella, Newton revolucionó la forma con que las personas podían percibir su entorno, fundamentando de forma totalmente diferente sus justificaciones acerca de los fenómenos observados en él.
Veamos.
¿Puede usted responder a alguna de las siguientes preguntas relacionadas con situaciones cotidianas? Si la revolución de Newton ha llegado hasta usted, le será fácil responder.
-¿Realmente se ejerce una fuerza menor al utilizar una polea para izar un pesado cuerpo?
-¿Un objeto metálico está realmente más frío que otro de madera situado en la misma habitación?
-¿Conoce qué información le proporciona la báscula de baño cuando se sube a ella?
-¿Existe alguna relación entre el funcionamiento de una peonza y el de una bicicleta, o entre el vuelo de un avión y el funcionamiento de un spray, o entre el funcionamiento de una secadora y el derrapaje de una moto de GP en una curva?
-¿Por qué se necesita empujar a un coche para desatascarlo y sacarlo de un lodazal? ¿Por qué no le basta con el funcionamiento de su motor?
-¿Puede una mosca detener un tren en movimiento al chocar contra su parabrisas?
-Si soltamos una pelota desde cierta altura, al chocar contra el suelo, rebota. ¿Por qué?
-¿Qué hace que un niño se deslice cuesta abajo en un tobogán? ¿Qué estira de él hacia abajo?
-¿Qué mantiene en órbita a la Luna o los satélites? Se ha de recordar que o no existen motores o estos se encuentran parados.
-El profesorado se esfuerza en inculcar que el peso está producido por la atracción del planeta sobre el que se encuentra el objeto, por lo que puede variar según el planeta en cuestión, pero que su masa es invariable al ser una propiedad del cuerpo, ¿es realmente cierto?
-¿Cómo es posible que un acorazado, construido con pesado acero, flote?
Desconozco sus respuestas, pero la estadística indica que es muy posible que haya errado en un porcentaje casi del 100 %. Gracias a la aplicación de las leyes de Newton, en este libro usted puede encontrar una correcta respuesta a estas cuestiones y a otras 46 más sobre situaciones que observamos a diario en nuestro entorno. Su lectura le obligará a replantearse muchas explicaciones que en realidad constituyen falsos mitos urbanos, entre ellos el atribuir a Newton la conocida frase: «ley de la acción y de la reacción».
También podrá descubrir que la Física que le enseñaron en secundaria no tiene existencia real, ya que no se corresponde con lo que usted observa a diario en su entorno. ¡Y todo por culpa de las Matemáticas!