La existencia no es una propiedad más del universo, ni de la mente. Es su esencia.
La materia y la mente son elementos fundamentales para interpretar la existencia, pero los avances científicos en estos campos no consiguen el encaje conceptual adecuado para ambos.
Dos planteamientos contradictorios surgieron en la reflexión filosófica. Lo real es la materia y la mente una ficción o lo real es la mente y la materia una ficción. Materialismo e idealismo sentaban sus bases para la interpretación de la existencia.
Mientras el debate filosófico quedaba anclado en unos términos sin posibilidad de evolución, la ciencia ha profundizado en las leyes que rigen el comportamiento de la materia. El resultado ha dado lugar a una teoría sorprendente, la física cuántica, que ofrece una interpretación de los elementos materiales muy diferente a la que había logrado la física clásica.
Los constituyentes básicos de la materia parecen carecer de consistencia mientras no se les observa. La idea de que puede ser el observador, la mente, el que da sentido a la materia, irrumpe en la interpretación que algunos físicos asignan a esta teoría.
Aunque la reflexión sobre la existencia y el papel que le corresponde a la materia no es una prioridad en la cultura actual, el autor de esta obra sí considera procedente desarrollar esa reflexión a la luz de los avances científicos que la física ha aportado sobre las leyes que determinan la evolución de la materia.