El Internet de los Cuerpos ya está entre nosotros. Estamos construyendo una sociedad híbrida, en la que el código informático y el cuerpo humano se mezclan. Todo se está convirtiendo en un ordenador. Los marcapasos, las bombas de insulina, las pastillas o las lentes de contacto son inteligentes. La creciente interconexión de dispositivos médicos, el uso de conexiones remotas para su mantenimiento y la falta de ciberseguridad hacen que el sector de la salud sea especialmente vulnerable. En estas circunstancias, sería posible obtener acceso no autorizado y manipular el dispositivo del paciente. Varias pruebas realizadas en laboratorios de Estados Unidos demuestran que determinados dispositivos médicos son vulnerables a ciberataques.
VIVIMOS EN UN MUNDO EN EL QUE TODO SE ESTÁ CONVIRTIENDO EN UN ORDENADOR