La energía del mundo de la verdadera existencia de la armonía y del conocimiento se nos revela por última vez para avisarnos de que la evolución de los humanos, en su condición de seres más evolucionados de la naturaleza, no consigue crear las condiciones necesarias que les permiten gestionar adecuadamente su propia existencia, la de los demás seres con los que comparte su entorno y la protección común de la naturaleza. Las ideas anunciadas rompen los esquemas de las antiguas creencias en las que se han basado históricamente los pensamientos de los seres humanos y señala las líneas adecuadas que puedan reconducir dichas creencias y las consecuentes acciones derivadas de ellas.
Nos informa de que esta es la última oportunidad que tenemos de encauzar nuestra evolución hacia una nueva forma de vida que nos permita vincularla nuevamente con la original vida en la armonía y en el conocimiento. Que, si no lo conseguimos, el futuro de nuestra actual existencia es la desaparición y el eterno olvido.
Nos revela quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos. Nos comunica las líneas maestras de las que deberían ser nuestras creencias y la forma con que deben ejercitarse nuestras acciones en nuestra vigente existencia y nos anuncia que, ya que la evolución histórica de los seres humanos no consigue crear seres globales suficientemente civilizados, debemos partir de cero construyendo una nueva civilización que lo pueda conseguir tomando como base las ideas reveladas.
Que así sea.