La vida de una familia siempre se ve marcada cuando llega una discapacidad. Pero cuando llega con el nacimiento del nuevo ser y le acompaña toda la vida, la vida de la familia a la que
llega la discapacidad gira en torno a ella. Más si cabe si esa persona es una persona dependiente.
Cuando la administración mira hacia otro lado y no atiende o da cobertura o apoyo a la familia a la que ha llegado esa diversidad, esta se ve desbordada y desamparada ante el mutismo o
la falta de sensibilidad de las instituciones. Una persona con diversidad funcional es una persona con los mismos derechos que cualquier otro ciudadano…, pero estos derechos, muchas
veces, se olvidan, esconden u oscurecen, relegándoles a convertirse en ciudadanos de segunda.
Eva Ortega nos cuenta en primera persona su historia, que es a la vez la historia de muchas familias que conviven a diario con la diversidad; y reflexiona en estas páginas sobre las dificultades
a las que se enfrenta un numeroso colectivo de personas que sufren directa o indirectamente todos los días, todo el día, la discapacidad, sin que la cobertura social del sistema cubra sus necesidades.