Cuando la sal toca las heridas, se despierta un impulso irreversible que te hace sufrir un cambio de sentir, normalmente escuece y, gracias a eso, las heridas se van cerrando y sanan.
La sal de dentro es el escozor del alma que impulsa a escribir a todo aquello que en el fuero interno duele y necesita cura, es un enfrentamiento de emociones y sentimientos imposibles de dominar, que se desbocan y corren por dentro con una meta inalcanzable. Si la sal que recorre el cuerpo tiene la capacidad de cerrar heridas, la poesía tiene la magia de hacer de ellas un aprendizaje, un reto y una superación personal engalanándose de belleza y verdad.
Si crees que tienes preguntas sin respuestas, si en tu laberinto interior puedes ver la entrada pero no la salida, déjate llevar por la sal de dentro y deja que esta se transforme en versos con los que conocer y ver lo real de las cosas, de la vida y del sentir.
Si crees en el poder curativo de un romance, de unos versos y de la prosa poética, no habrá escozor pudiente que inunde tus anhelos y miedos. Si crees que la vida necesita conciencia, abre este libro y viaja por sus páginas para descubrir que la poesía puede ser una aliada perfecta para hacer de tu mundo un lugar más humano.