La novela Los tres consejos es un relato muy bello y didáctico de la literatura del siglo XXI, no solo por el encomiable manejo de técnicas narrativas y tropos literarios que utiliza el autor, sino también por la frescura, la cadencia, la musicalidad y la armonía del lenguaje, que convierte su prosa en entretenida, rica, sencilla y fluida.
Así, la prosopopeya se manifiesta en la animación del gato hilandero que expresa su testimonio en el palacio infernal, y la topografía se ve reflejada nítidamente en el colorido paisaje por donde Genaro Ramírez, el personaje principal, recorre varios días por sendas escabrosas en busca de trabajo para enviar un adelanto de su salario a su querida y tan anhelada esposa Rita María, a quien había dejado sin ningún recurso económico para subsistir. Y, después de oponer estoicismo y tenacidad a muchos azarosos episodios que se presentaban en su camino, llega a la hacienda de don Benjamín Gavidia Gonzales, un filantrópico hacendado, quien, al término de veinte años de trabajo, al momento de hacerle efectivo su remuneración, lo deja en la incertidumbre de escoger cuatro sacos de dinero en monedas o elegir tres vitales consejos.
Es una excepcional obra literaria que tiene la genialidad de despertar el hábito lector, sobre todo en los que sienten animadversión por la lectura.