Se trata de una obra que destaca por su fácil lectura y por su inesperado final.
CÍRCULO ROJO.- Teodoro San José sorprende de nuevo a sus lectores con ‘La vasija de barro’, una obra para todas aquellas personas estén dispuestas a dialogar consigo mismas y con otros seres humanos. Un libro dispuesto para aquellos que aún valoren la ternura y consideren su viaje de vida como una experiencia de aprendizaje.
Publicada en Círculo Rojo Grupo Editorial, el lector va a encontrar preguntas y más preguntas, eso sí, fuera del contexto habitual de lo que es una pregunta: Una buena pregunta es una respuesta. Múltiples espacios físicos, psíquicos, emocionales: El descubriendo de lo bonitos que somos todos los seres humanos.
SINOPSIS
¿Podemos vivir sin ternura? ¿Cómo entendemos la ternura? ¿Como debilidad, fortaleza, ñoñería, identidad, masculina, femenina…? Muchos son los apelativos de esta capacidad que nos hace tan humanos.
Muchas son las preguntas, ya que este es un libro de preguntas. Una buena pregunta es una buena respuesta o la respuesta. Cuántas veces he escuchado esto a mis maestros: ¿Quién es más importante el alumno o el maestro? ¿Puede existir el uno sin el otro? ¿Puede aprender el uno sin el otro?
Ya no hay lugar donde esconderse… de nosotros mismos, de nuestros miedos, dudas o búsquedas. La frustración también es una búsqueda, como la apatía, como la ambición, como la destrucción, como la creencia de que todo se sabe o que la ciencia lo va a resolver… todo.
Sobre estos y más aspectos trata La vasija de barro.
Os animo a pasear con Aála y Zwomu; a pensar, sentir, buscar o encontrar como ellos. A ser cálidos, sencillos y, sobre todo…, auténticos. Os deseo una feliz experiencia. Recordad: «nunca vais a estar solos después de leer este libro».
AUTOR
¿Cómo se escribe la biografía de un escultor de poemas? Contar que nació en la ciudad de Valladolid es abrir el portal a las vivencias que lo llevaron con frío a las universidades de Madrid y Valladolid; y, sobre todo, a la Universidad de la Vida. Comenzó a escribir haciendo esculturas, las que lo han llevado lejos… y muy cerca de sí mismo. ¿Qué aventuras, paisajes humanos y tiempos lo han llevado a escribir La vasija de barro? Quizás descubrir, en los años pasados en México, Alemania, Francia, Suiza, Reino Unido…, que el mundo es muy pequeño y que todos adolecemos de los mismos problemas, de las mismas poesías, de los mismos sueños. Perdido en la talla de la madera, en deformar el acero o en tañer las campanas del dolor y el miedo encontró una técnica original de arte-terapia para acabar con el bullying (libro: Semillas de Paz. 2012). Sin duda, es la capacidad de vibrar con su niño interior lo que lo ha llevado a traspasar —el umbral—, y en el portal de la consciencia, lejos de la razón, escribir este libro para ayudar a los demás y a sí mismo.