La novela describe la lucha por la supervivencia del protagonista en una de las épocas más convulsas de España.
CÍRCULO ROJO.- A veces los rasgos más valiosos de la historia no se narran en los libros de textos, sino en las historias de vida de aquellos que las vivieron. Por esta razón, Pedro Marqueta, no ha querido dejar en el olvido la emocionante historia de su padre, Lucio Marqueta Navasa, a quien le tocó vivir la etapa más oscura de la historia de España, en su libro: ‘Largas noches’.
Lucio era hijo natural del marqués de Las Navas y la doncella Margarita. Fue arrebatado de las manos de su madre por la marquesa de Las Navas, lo que dio comienzo a un periplo de vida al límite humano, con riesgo para su vida.
Publicada en Círculo Rojo Grupo Editorial, el lector va a encontrar situaciones reales, que pudieron vivir sus padres o abuelos, en una España “gris y medio analfabeta”, tal y como indica el propio autor.
SINOPSIS
Largas noches es la historia biográfica de Lucio Marqueta Navasa, contada a sus hijos muchas «largas noches», muchos años. Pedro —el escribiente— y su hermano pequeño, Jesús, escuchaban atentamente las vivencias de su padre, quien llevó una vida intensa, a veces al límite humano, con frustración, sufrimiento, supervivencia y otras con triunfos y fama.
AUTOR
Lucio Campos había sido detenido en Perpignan con la selección nacional republicana y había sido trasladado a un campo de concentración de Santander. Solo la fortuna y una feliz casualidad lo libraron del fusilamiento. Después, durante años, les contó a sus hijos, Pedro y Jesús, la historia de su novelesca vida. De ahí nació este libro, de las largas noches que, en el título de la obra reflejan las confidencias y los recuerdos que el padre desgranó con el tiempo. El hijo honra la memoria de su padre y, sin otro objetivo que la reparación moral de una vida, escribe sin prisa alguna la historia que se habría perdido irremediablemente, como tantos miles de ellas se perdieron. Por eso, cuando Pedro me pidió que le pusiera unas letras a su trabajo, lo hice sin dudarlo. Su mejor premio es que ya ha escrito lo que quería. Otros, de nuestras edades, deberían imitarlo.
D. Álvaro Ruiz de la Peña, doctor, catedrático emérito de Filología, escritor y eminencia de la Universidad de Oviedo.
Palabras de un amigo que cuenta una historia. Conozco al escribiente de estas páginas desde hace unos cuantos años. Jugábamos juntos al fútbol en la Plaza de la Catedral, partidos interminables que se acababan cuando los faroles de la plaza anunciaban el principio de la noche y, de mala gana pero felices, iniciábamos el camino a casa. El escribiente, Pedro Marqueta, no tenía que andar muchos pasos. Su padre regentaba un bar, El Colmado Aragonés, que estaba en los bajos del antiguo palacio del marqués de Heredia, frontero con los locales de Educación y Descanso. Pedro jugaba muy bien al fútbol; seguramente una cuestión genética, porque su padre, Lucio Campos Sanz, había sido una estrella del fútbol en los años cuarenta, que había iniciado una carrera fulgurante en el Español de Barcelona, truncada por el golpe militar de 1936. Tras el fin de la contienda y en un país roto por la miseria y el odio, el joven futbolista Campos firmó por el Oviedo de Carlos Tartiere, formando con Villita y Sirio una formidable tripleta que barría y organizaba el centro del campo de Buenavista.