Con muchísimos hechos verídicos, Aquel avión es mío es una epístola que, por su desnudez sentimental, enganchará al lector.
Clara, la tripulante de cabina protagonista de esta historia, escribe cartas a su marido Javier, piloto desaparecido durante un vuelo de carga en el momento que sobrevolaba la sierra de Madrid.
Mientras pasan los días y transcurren las búsquedas de la avioneta de Javier, Clara, destrozada, pero esperanzada por la aparición de su marido, siente la necesidad de mantener contacto con él y le cuenta, a través de cartas íntimas y recurrentes, su día a día desde la noticia de su desaparición.
Cartas personales y sufridas que harán que el lector empatice con la protagonista y a través de las cuales Clara revela todos sus sentimientos actuales (y pasados); habla del amor, de la esperanza, del dolor, de la ilusión de vivir y de la muerte, entre muchos otros temas.
Entra y entenderás que Aquel avión es mío es mucho más que un título de un libro, es un acto psico-mágico, lleno de fe. Es un deseo pedido, colgado de un avión, como cuando te cae una pestaña o ves una estrella fugaz.
Si vas a abrir este libro, cuenta con una prosa explícita, dura y altas dosis de contenido subjetivo y psicológico. Una historia corta, profunda y penetrante.
Frases con un toque poético que te dejarán colgando por instantes en el tiempo y te harán pensar y sentir (mucho).
Al final, vivirás junto a Clara la agonizante duda:
¿Aparecerá su marido Javier?